A ti, que te pienso, veo y
siento aún
cuando el silencio se traga
la música
y las caricias se ahogan en
métricas,
estás en la sombra de lo
común.
A ti la musa, hija del azul,
la que es el dolor escrito
en la lírica,
los ojos de la miel, la
poesía eufórica,
sos la luna, el extraño
abedul.
¿Que eres tú? sos los mantos
bibliográficos,
la epopeya y los salmos no
cantados,
la condena, los escritos
decrépitos.
¿Que eres tú? sos los
compases mágicos,
los sinfónicos cantos olvidados,
y la madre de los sonidos
trágicos.
28-09-14
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